Hace un año Francia Márquez sobrevivió a un atentado que le hicieron por defender el agua de las comunidades negras ante la innegable amenaza que supone la minería en Colombia, uno de los países más peligrosos para ser activista ambiental.
Francia Márquez muestra con orgullo sus raíces afro. La líder comunitaria con 38 años de edad, ha puesto en riesgo su integridad por defender el medio ambiente y los derechos humanos de la población en el Cauca, una región en el suroeste de Colombia que está en medio de la extracción de oro y del narcotráfico.
"Creo que hay un proyecto político de muerte y cuando nosotros enfrentamos a la gran minería (...) nos convertimos en objetivo militar". Francia Márquez, lideresa
Según el censo realizado por la ONG Global Witness en Colombia, durante el 2019 el Cauca concentró más de un tercio de los 64 asesinatos de líderes sociales. Cinco años antes, la lucha medioambiental de Francia la obligó a exiliarse de La Toma, Cauca, su pueblo natal, donde la amenazaron por protestar contra la minería ilegal y el uso del mercurio.
En ambos casos, la lideresa privilegió el derecho al agua sobre cualquier interés. Motivación que la llevó a estudiar jurisprudencia, la única herramienta a su alcance para defender los derechos de las comunidades étnicas.
- Posteriormente el trabajo de Francia fue reconocido con el Premio Goldman en 2018, conocido como el Nobel del medioambiente. Un galardón que le valió -tiempo después- un atentado con granadas y ráfagas de fusil mientras viajaba por el Cauca.
Actualmente, la ambientalista está bajo la protección del Estado, pero lejos de su territorio. A pesar de las amenazas y los peligros, el miedo no ha impedido que desista de su compromiso con el medio ambiente en un país donde la violencia no cesa.
¿Ser líder social y ambiental es un trabajo de alto riesgo en Colombia?
FM: Ser líder ambiental hoy es una amenaza para Colombia. Pero es una amenaza en todo el mundo, porque aquí estamos disputándonos dos proyectos de vida. Un proyecto (...) que plantea la necesidad de asumir transformaciones estructurales que eviten la crisis ambiental que hoy vive el planeta. Ese proyecto se confronta con otro proyecto pensado (...) en la acumulación de capital.
¿Por qué la amenazan?
FM: Nosotros empezamos a recibir amenazas de muerte en nuestro territorio cuando empezamos a enfrentarnos a títulos mineros que habían sido otorgados -en el marco del conflicto armado y violando el derecho fundamental a la consulta previa- a empresas multinacionales y a terceros foráneos que veían nuestro territorio, simplemente, como un potencial donde se puede seguir sacando riqueza.
A eso se suma el conflicto armado que está en los territorios (...) donde la paz no se ha concretado. Yo creo que estas comunidades (negras, indígenas y campesinas) le apostaron enormemente a lograr silenciar los fusiles. Sin embargo, las respuestas no han sido efectivas. Hoy estamos viviendo el recrudecimiento de la violencia.
¿Quiénes destruyen los ecosistemas en Colombia?
FM: Proyectos legales como la caña de azúcar en esta región afectan al medioambiente, pero también lo hace la minería ilegal e inconstitucional. Cuando digo inconstitucional estoy hablando de la minería promovida por el mismo Estado colombiano, que no tiene protocolo para hacer una minería responsable en términos ambientales.
Si hacemos evaluaciones de estos proyectos mineros, no se equipará lo que se extrae con el daño que se causa. Pero también están los proyectos ilícitos, la coca, la misma fumigación que se plantea de cultivos ilícitos. Envenenamos el río, envenenamos el territorio, envenenamos la poca comida de la comunidad.
¿Hoy se siente a salvo?
FM: Toda la vida he estado en riesgo. No solamente la gente está muriendo en los territorios por la pandemia, sino también por el conflicto armado que se está reacomodando (...) reajustando en muchos de estos territorios, está desplazando a la gente. El Cauca está viviendo nuevamente el recrudecimiento de la violencia.