Este texto es parte del proyecto Forbidden Stories en el cual 40 periodistas hicieron un trabajo conjunto para romper la censura. Escándalos ambientales: “Han callado periodistas, pero no podrán callar sus investigaciones“ #GreenBlood
Dos años, un pescador asesinado, persecución e impunidad
A inicios del mes de mayo 2017, la Gremial de Pescadores Artesanales, del municipio de El Estor hizo un plantón que paralizó por doce días las operaciones de producción la Compañía Guatemalteca de Níquel –CGN-, la Compañía Procesadora de Níquel –PRONICO- subsidiaria de Solway Investment Group, empresa Suiza operada por rusos. El plantón se hizo para exigir el cierre de la mina, pedían la intervención del Estado guatemalteco para que se investigara la contaminación del Lago de Izabal, la discriminación y explotación laboral, además el estatus migratorio de los trabajadores rusos.
Durante una reunión entre las partes en conflicto el 13 de mayo, se acordó organizar una mesa de diálogo entre pescadores e instituciones para el 27 de ese mismo mes a las 9 de la mañana, con el sacerdote Ernesto Rueda Moreno como mediador, de origen mexicano y hablante de q’eqchi´.
Faltaban cinco minutos para la media noche del día anterior, cuando dos agentes de la policía nacional civil —PNC— se presentaron en la casa sacerdotal buscando al padre Rueda. Como no estaba, otro sacerdote recibió el documento oficial de la Gobernación Departamental donde se notificaba que la reunión se llevaría a cabo en las instalaciones de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Izabal y Río Dulce (AMASURLI). El día siguiente a las 7:30 de la mañana, el sacerdote Rueda llegó al comedor de la parroquia y le entregaron la notificación. De inmediato llamó por teléfono a Cristóbal Pop, Presidente de la Gremial de Pescadores y le contó lo que estaba pasando.
Hasta ese dia, la Gremial de Pescadores no había recibido confirmación ni noticias del lugar en donde se realizaría la reunión. Pero como ocurre en los pueblos, la gente respeta los compromisos, y por eso decidieron que ese día se concentrarían en El Ranchón, — como se conoce al salón de actividades de la iglesia- hasta que les notificaran del lugar y entonces se moverían a donde les indicaran. Jamás imaginaron que el llamado llegaría a la media noche y que sería en Río Dulce, lugar ubicado a 56 kilómetros de distancia, es decir a 45 minutos de viaje.
El padre Rueda se dirigió a El Ranchón a encontrarse con Cristóbal Pop, Eduardo Bin, Tomás Che y decenas de miembros de la Gremial de Pescadores. Con ellos estaban los periodistas Carlos Ernesto Choc, Jerson Xitumul Morales, Sandra Cuffe y Annie Laure, que documentaron y difundieron lo que sucedió ese día.
La gente ya estaba preocupada e impaciente. Los pescadores reunidos acordaron volver a manifestar ya que llevaban meses pidiendo atención de las autoridades y esto era una manera de romper esa posibilidad. Así que decidieron irse hacia el lugar donde realizan las acciones de protesta sin palos, ni machetes, sin ningún arma. Un primer grupo de 80 personas, conformado por mujeres, ancianos, hombres y niños se fueron hacia la garita municipal ubicada en la salida a Panzós, Alta Verapaz e instalan un plantón.
Así, el plantón pacífico inició a las 11:30 de la mañana del día 27 de mayo. Las demandas de los pescadores incluían investigar la contaminación del Lago de Izabal provocada por la minería, investigar las condiciones en que operaba la Solway Investment Group y la compañía Guatemalteca de Níquel –CGN- y que las autoridades llegaran al Estor y retomaran la mesa de diálogo.
A las 10:00 de la mañana llegaron miembros de la División de Fuerzas Especiales de Policía -DIFEP-, y también patrullas de los departamentos de Zacapa, Chiquimula y Petén. La gente presente enseguida avisó por teléfono a la Directiva de la Gremial que sobre la avenida de la cancha sintética, a 500 metros de la garita, se encontraban al menos 62 agentes antimotines [1].
Mientras tanto, a la misma hora, en Río Dulce se encontraba Rudy Alcides, Gobernador Departamental, miembros de la Procuraduría de Derechos Humanos –PDH- de Izabal, Stu Velasco y Constantino Alvarado Ixpatá de la Policía Nacional Xivil jefes de la PNC-, el representantes de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (COPREDEH), el Ministro y Viceministro de Ambiente — Sidney Samuels y Alfonso Alonzo, respectivamente.
Mientras tanto la reunión duró dos horas en ausencia de la Gremial de Pescadores.
Una serie de videos de la cuenta oficial de facebook del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) lo demuestran. Al finalizar, se dio a conocer que, al estar ausentes los pescadores, la mesa de diálogo no tenía sentido, y que se acordó contratar a comunitarios de El Estor en los programas de trabajo por alimentos, la reforestación del área y la tecnificación del trabajo de pesca. Se dejaron en el olvido las demandas de la gremial de pescadores.
Mientras eso sucedía, en El Ranchón el padre Rueda, la Directiva de la Gremial y los periodistas mencionados continuaban analizando la situación y buscando una solución pacífica a las demandas de esclarecer lo que podría causar el color rojo del lago y si era contaminación, como ellos sospechaban, detener la tala de árboles y la destrucción de la montaña. Todo estaba motivado por las graves consecuencias del trabajo minero que ya afectaba a los comunitarios de El Estor con calores excesivos y la escasez de agua potable.
Pasado el medio día, recibieron una llamada de alerta: la PNC inició el desalojo del plantón pacífico. Entonces el padre Rueda decidió ir, y colaborar para mediar y así evitar cualquier problema, le acompañaban los periodistas y algunos directivos de la Gremial. Aprovechando que varios de los pescadores habían ido a comer, la Policía Nacional Civil empezó a desalojar a las personas que quedaban en la manifestación.
Al llegar al lugar, Ernesto Rueda se percata que cerca de la garita se encuentran patrullas de El Estor Izabal y que los antimotines se encuentran a 300 metros. En ese momento la situación era ya complicada, todo estaba lleno de humo, la policía estaba disparando bombas lacrimógenas. La poca gente que estaba en el lugar intentaba repeler las bombas lacrimógenas, al mismo tiempo lanzaban piedras que no llegaban hasta donde estaba la policía.
Según el testimonio del pescador Alfredo Maquín, detuvieron por la fuerza a Benancio, quien se acercó al lugar a bordo de en su moto, y lo metieron a golpes a una de las patrullas. Entonces la gente rodeó el vehículo y lograron liberarlo. Molestos, la policía empezó a disparar.
Sandra Cuffe, periodista canadiense, había llegado al lugar con el equipo de Prensa Comunitaria, documenta el momento del desalojo violento y cómo la policía lanza bombas lacrimógenas.
Eran las 2:20 de la tarde cuando el padre escuchó el sonido de disparos de arma de fuego. El sonido seco y atronador no dejaba dudas: los agentes de la PNC disparaban y no eran balas de goma. Según el testimonio del sacerdote, la balacera fue intensa y se tuvo que tirar al suelo, desde ahí se dio cuenta que los manifestantes también estaban tirados, cubriéndose de las balas.
Desde su lugar de resguardo vio caer herido al pescador Carlos Maaz, al mismo tiempo que le escuchó gritar. Estaba a cuatro metros de él y a seis de Alfredo Maquín a quien también lo alcanzó una bala. Sin pensar se levantó y corrió para auxiliar a Maaz, en medio de los disparos y el humo de las bombas que no dejaban de caer.
“Yo oí un solo grito ¡Ah! Vi caer a Carlos Maaz. Grité con mucha fuerza: ‘hay un hombre caído’. Esperé a que se moviera pero ya no hubo manera”. Desde allí le gritaba a los antimotines que pararan, pero no lo escuchaban, seguían disparando. El Sacerdote Ernesto Rueda corrió con suerte, ninguna bala lo alcanzó.
Alfredo Maquín es maya q’eqchi´. Ese día fue herido de bala en el glúteo izquierdo. Dentro de su cuerpo permanece el plomo de uno de los disparos, ya que los médicos aseguran que su vida corre riesgo si lo extraen. Y es uno de los denunciantes y firmantes del amparo que las autoridades indígenas presentaron en contra de la compañía suiza Solway, en donde se pide que se revise el estudio de impacto ambiental — EIA del proyecto, porque no cumplir además con el derecho de consulta libre, previa e informada de las comunidades afectadas por el proyecto, y por lo tanto piden que se cancele el proyecto minero, ya que si no tiene EIA, no tiene licencia, por lo tanto no puede explotar minerales. Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia resolvieron el petitorio, diciendo que efectivamente la compañía no tiene EIA, ordena que se haga la consulta pero no suspendió la actividad de la empresa.
Veinte minutos después, la policía empieza a retirarse. Los voceros de la policía, aseguraban a los medios de comunicación que los manifestantes eran unos vándalos que les atacaban y disparaban, al mismo tiempo que mostraban a varios agentes heridos. Pero según el testimonio del sacerdote esto no fue cierto, además en las publicaciones de los periodistas, ninguno de los manifestantes tenía armas de ningún tipo, únicamente piedras. El sacerdote asegura que no vio a ningún policía herido.
“Estuvo bueno que mataran a su hijo”
El padre de Carlos Maaz al recordar los hechos de ese día dice que sus hijos “salieron de la reunión y se fueron directamente a donde estaban manifestando las personas, Carlos se dirigió hacia ese lugar junto con su hermano, yo me quedé. Al terminar la reunión me vine directamente a la casa a almorzar; entonces como a las 14:00 vino un señor diciendo que empezaron a disparar los de la Policía Nacional Civil, me fui a ver qué pasaba porque allá están mis hijos”, declaró.
Asegura además que llegaron empleados de la municipalidad y trabajadores de la minera que empezaron a ofender a los manifestantes, a intimidarlos, a amenazarlos algunos llegaron a decirle “estuvo bueno que mataran a su hijo porque ustedes no tienen nada que hacer, ustedes solo andan haciendo cosas feas y entonces estuvo bueno”.
La señora Juana Coc, madre de Carlos Maaz declaró: “me dolió mucho por lo que sucedió en la defensa del Lago. Es necesaria la investigación porque verdaderamente fueron los policías los que asesinaron a Carlos Maaz, mi hijo, pero, sin embargo, por el momento no se ha tenido nada de información. Nos cuesta pues nosotros no hablamos el español, nos cuesta entender y hablar. Creemos que en algún momento se van a dar las pruebas para que también lo empiecen a investigar”.
Ese mismo día el padre de Carlos Maaz llamó por teléfono al Ministerio Público de Izabal para que llegaran a levantar el cuerpo de su hijo, pero los investigadores criminológicos se excusaron por el ambiente de violencia, le dijeron que si querían, llevaran ellos mismos el cuerpo hasta Puerto Barrios -a dos horas de camino. El padre Rueda hizo lo mismo y obtuvo la misma respuesta.
Desde ese día, hasta dos meses después el Estor se llenó de policías, llegaron varias unidades de varios departamentos lejanos.
Al día siguiente, se realizó el sepelio para enterrar los restos de Carlos Maaz; su nombre y su ser eran recordados por el pueblo q´eqchi´ mientras su voz regresaba al lago.
El sepelio fue acompañado por cientos de personas. Se realizó una caminata desde la casa que Carlos compartía con Cristina Xol Pop y su pequeño hijo. En la caminata se pudo ver a los amigos, la familia, los compañeros, los periodistas, vecinos, mamá, papá todos estaban allí. “Nos duele quedarnos sin Carlos”, se escuchaba decir. La familia q’eqchi’ lloraba de indignación, Carlos murió defendiendo el lago de Izabal.
La crónica y el relato del sepelio pudo seguirse por las redes sociales del periodista Carlos Ernesto Choc. Allí además se evidencia que la lucha de los pescadores continuaba. Iban unidos, todos caminando por las calles hacia el cementerio, pescadores, comunicadores sociales, vecinos; incluso con la amenaza de la orden de captura contra la directiva de la Gremial, preocupados por su futuro sabiendo que estaban amenazados, se rumoraba que la policía los capturaría durante el cortejo fúnebre, pero nada pasó. En el panteón que guarda los restos de Carlos Maaz aseguraron que seguirán luchando por la memoria de Carlos y por la defensa de la madre tierra.
Inicia la intimidación y las amenazas
Cristina Xol de 24 años de edad, viuda de Maaz declaraba que días después del asesinato de su esposo, que se sentía temerosa por su vida “Me duele mucho el quedarme sin Carlos, y ahora estuvieron hablando mal, amenazándome, desde ese día que se levantó el cadáver. Las amenazas fueron más fuertes días después, empezaron a fotografiarme y dejé de vender en la ruta, porque tenía un puesto, hacía mis ventas todas las tardes, pero son tan fuertes las amenazas que empezaron a tomarme fotos desde carro pick up blanco de la compañía, que se paraba enfrente y empezaba a fotografiarme a mi y a mi hijo. Después, en una ocasión hubo otro carro verde pick up que es del alcalde, se parqueó en frente de donde yo vendía y eso me preocupó mucho. Han pasado 2 años, he sabido salir adelante por mi hijo, Abner Estuardo Maaz Xol que tiene 10 años de edad”.
Inicia la censura contra la prensa
Sandra Cuffe, Carlos Erneto Choc y Jerson Xitumul denunciaron en sus cuentas personales de facebook y twitter, en Prensa Comunitaria y en medios tradicionales, que les estaban acusando de criminales y que eran víctimas de intimidaciones y acoso. Por esta razón las dos periodistas extranjeras deciden salir de El Estor, para los periodistas locales y corresponsales de Prensa Comunitaria la autocensura fue el camino.
Jerson Xitumul Morales dijo que “los siguientes días recibimos maltratos, por informar la realidad; inició una campaña de desprestigio contra todos nosotros los periodistas, incluidas las periodistas internacionales y Carlos Choc. En la mañana del 27 de mayo tomé fotografías de la reunión y por la tarde tomé fotografías del desalojo de la manifestación, estuve cuando quisieron detener a Venancio y mataron a Carlos Maaz, el luto inició, el sentir, el vivir, la tranquilidad de esta tierra se tiñó de oscuridad para la familia Maaz Xol y para la Gremial de Pescadores, que sólo esperaban el resultado de parte de las autoridades de gobierno”.
A consecuencia de haber documentado las actividades de la Gremial de Pescadores y sus demandas, que señalaban que había contaminación del lago de Izabal y la represión policíaca donde resultó asesinado un pescador Jerson Xitumul Morales terminó en la cárcel donde estuvo 38 días, Carlos Choc tuvo que desplazarse forzadamente con una orden de captura, mientras Sandra Cuffe periodista internacionales era blanco de difamaciones y ataques en las redes sociales, por lo que tuvo que salir de El Estor con Annie Lauren.
Al desamparo de la familia de Carlos Maaz se sumaron los procesos legales contra la Junta Directiva de la Gremial de Pescadores y los periodistas. Mientras tanto las autoridades niegan que hubo un asesinato, el entonces viceministro de Ambiente Alfonso Alonso asegura en una entrevista que hizo el equipo de Forbidden Stories “que no se sabe oficialmente” si la policía disparó o no.
Original: Nómada