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La Alianza Centroamericana frente a la Minería (ACAFREMIN) se une al jubilo del pueblo hondureño que desde ya la celebra la fiesta democrática que le ha dado la victoria a la Alianza de Oposición contra la Dictadura liderada por el candidato Salvador Nasralla.

Un anuncio preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE) presentado esta madrugada, con el 57% de urnas contabilizadas, entregó resultados provisionales que daban 4.96 puntos de ventaja a Salvador Nasralla, candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura con un45.2 % de los votos (855,847) ante el candidato oficialista, Juan Orlando Hernández que recibió 40.2 % (761,872 sufragios). Anuncios subsecuentes indican que la tendencia se mantiene.

La candidatura de Juan Orlando Hernández fue duramente criticada durante la campaña electoral ya que la constitución hondureña prohíbe la reelección, pero el candidato oficialista amparó su participación en la contienda bajo tecnicidades de una resolución de la Corte Suprema de Justicia. Cabe mencionar que, en el año 2009, el golpe de estado contra Mel Zelaya fue justificado bajo el subterfugio que, el entonces presidente, buscaba cambiar constitución para perpetuar su cargo.
A partir del golpe de estado del 2009, el pueblo hondureño ha sido testigo de la implementación de una brutal agenda neoliberal que se ha manifestado en la privatización de servicios públicos, la destrucción de los sindicatos, la apertura a la inversión extranjera y la privatización indiscriminada de bienes comunes.

Para acompañar este proceso, la política de seguridad ha estado enfocada en asegurar el despojo de recursos naturales, aprobando e implementando una ley de minería a favor de las mineras transnacionales. Las fuerzas de seguridad son generalmente desplazadas en zonas de interés extractivo, agrícola e industrial para intimidar a sus ocupantes ancestrales y criminalizar la protesta en beneficio del gran capital.

Esta criminalización y represión contra defensores y defensoras de derechos humanos y defensores de la tierra ha alcanzado proporciones inigualables en el continente, culminando con el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres. La organización Global Witness ha calificado a Honduras como el país más peligroso para defensores de la tierra y ha verificado el asesinato de por lo menos 123 defensores ambientales desde el 2009.

Ante la valiente decisión del pueblo hondureño de votar por un candidato que ofrece la esperanza de cambio, organizaciones sociales de Honduras han denunciado una serie de irregularidades que se han suscitado en el proceso de escrutinio de votos: el intento de medios oficialistas de descalificar los datos proporcionados por el tribunal supremo electoral y la auto proclamación del presidente Juan Orlando Hernández como ganador de la contienda electoral.
Ante esta posible amenaza de la institucionalidad democrática de nuestro hermano país de Honduras, la Alianza Centroamericana frente a la Minería (ACAFREMIN) hace un llamado:

• A que el Tribunal Supremo Electoral respete el deseo de cambio manifestado por la sociedad hondureña a través de las urnas y oficialice los resultados a la brevedad posible.
• A que el presidente saliente de Honduras respete los resultados y garantice un proceso de transición de poder de manera pacífica, transparente y democrática.
• A la comunidad internacional a acompañar al pueblo hondureño y estar pendiente de los resultados electorales y asegure que las aspiraciones democráticas del pueblo hondureño no sean secuestradas por intereses económicos locales y extranjeros.

27 de noviembre de 2017.

Communique: On the democratic victory of the Honduran people


The Central American Alliance Against Mining joins the jubilee of the people of Honduras currently celebrating the democratic event that led the Alliance of Opposition against the Dictatorship led by the candidate Salvador Nasralla to victory.

A preliminary announcement by the Supreme Electoral Tribunal (TSE) presented this morning, with 57% of ballot boxes counted, gave provisional results that gave 4.96 points of advantage to Salvador Nasralla, candidate of the Alliance of Opposition against the Dictatorship with 45.2% of the counted votes (855,847) above the pro-government candidate, Juan Orlando Hernández, who received 40.2% of the counted votes (761,872). Subsequent announcements indicate that the trend is maintaining.

The candidacy of Juan Orlando Hernández was harshly criticized during the electoral campaign as the Honduran constitution prohibits re-election, but the ruling candidate supported his participation with technicalities baes on a resolution issued by the Supreme Court of Justice. It is worth mentioning that, in 2009, a coup d'état against Mel Zelaya was justified under the subterfuge that, the then president, sought to change the constitution to perpetuate his position in power.
Since the coup d'état in 2009, the Honduran people have witnessed the implementation of a brutal neoliberal agenda that has manifested itself in the privatization of public services, the destruction of trade unions, the opening to foreign investment and indiscriminate privatization of common goods.

To accompany this process, the security policy has focused on ensuring the dispossession of natural resources, i.e. the introduction of probusiness mining law in the country. The security forces are generally displaced in areas of extractive, agricultural, and industrial interest to intimidate their ancestral occupants and criminalize the protest for the benefit of big capital.

This criminalization and repression against human rights defenders and defenders of land has reached unparalleled proportions on the continent, culminating with the assassination of internationally recognized indigenous activist Berta Caceres. The organization Global Witness has qualified Honduras as the most dangerous country for land defenders and has verified the murder of at least 123 environmental defenders since 2009, including internationally known indigenous activist Berta Caceres.

Given the courageous decision of the Honduran people to vote for a candidate that offers hope for change, social organizations in Honduras have denounced irregularities that have arisen in the vote counting process, the attempt by official media to disqualify the data provided by the Supreme Electoral Tribunal and the self-proclamation of President Juan Orlando Hernández as winner of the electoral contest.

Faced with this possible threat to the democratic institutions of our neighboring country of Honduras, the Central American Alliance against Mining calls on:
• The Supreme Electoral Tribunal to respect the desire for change manifested by Honduran society through the ballot box and to make the results official immediately.

• That the president of Honduras respects the results and guarantee a peaceful, transparent and democratic transition of power.

• That the international community be aware of the electoral results and ensure that the democratic aspirations of the Honduran people are not sequestered by local and foreign economic interests.

November 27, 2017.

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