El Salvador

Mina El Dorado

La Mina se encuentra en el área de 72 kilómetros cuadrados que comprende la zona de explotación, entre los municipios de San isidro y Sensuntepeque en el departamento de Cabañas.

El proyecto pretendía ser explotado por las empresas canadiense-australiana OceanaGold y Pacific Rim junto a la Fundación El Dorado buscan a toda costa llegar a las fauces del cerro El Dorado, para extraer sus últimos minerales.

La oposición y rechazo se generó desde que se dio a conocer el proyecto de explotación minera, en septiembre del 2005. Principalmente recibe el rechazo de parte de la Asociacion de Desarrollo Económico y Social ADES y de las comunidades locales.

En 2009 la empresa canadiense Ocena Gold solicitó un permiso al gobierno salvadoreño para poder explotar las minas y extraer el oro, al negarse, la empresa demando al país, por una cantidad de 301 millones de dólares. 

Sin embargo, perdió el juicio ante el CIADI, el tribunal internacional determino que la compañía minera debe indemnizar al Estado salvadoreño por $8 millones de dólares. 

El 3 de marzo de 2015, la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, y Aliados Internacionales contra la Minería en El Salvador, presentaron el estudio denominado Minería, responsabilidad social empresarial y conflicto: Oceana Gold y la Fundación El Dorado en El Salvador. 

El estudio sostiene que las acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que desarrolla la transnacional minera OceanaGold, a través de su Fundación El Dorado.

El estudio constituye una estrategia para construir base social y política a su favor, que obligue al Estado salvadoreño a conceder los permisos para explotar oro y plata en Cabañas. 

La intención de Pacific Rim Corporation de explotar una mina de oro en Cabañas ha generado conflictos, agravado divisiones sociales e incrementado amenazas y violencia, que aún deben de ser investigadas a profundidad. El surgimiento de una oposición local a la mina en Cabañas, llevó a que organizaciones comunitarias, sacerdotes y periodistas entraran en tensión directa con políticos locales que apoyaban a la empresa Pacific Rim.

La discordia en Cabañas llevó a concluir que las actividades de la compañía llevaron a la creación de “comunidades corrosivas”.

Las actividades de Pacific Rim en Cabañas han generado conflictos y agravado divisiones, contribuyendo a amenazas e intimidación y violencia aún aun por ser plenamente investigados. Los perpetradores directos e indirectos de los crímenes permanecen en la impunidad (OXFAM 2008).