Como un funcionario del gobierno de los Estados Unidos puede cambiar su concepción sobre Latinoamérica y el pueblo latinoamericano y como un latinoamericano puede cambiar su concepción sobre el norte.
El 12 y 13 de agosto nos hemos encontrado en reflexión, análisis y cuestionamientos recíprocos de la situación nacional y las relaciones internacionales con dos congresistas del Estado de Massachusetts de los Estados Unidos y representantes de organizaciones activistas por los derechos de los inmigrantes en los Estados Unidos, tales como Alianza América y Centro Presente. Hace dos días se fue la delegación de la cámara de representantes de los Estados Unidos, dirigida por Nancy Pelosi y delegación respectiva quienes no quisieron acercarse al olor a robo y droga en la tierra de la dictadura cachureco liberal, a lo mejor están haciendo un pequeño cambio en la ubicación de las piezas del ajedrez Hondureño y regional.
Los congresistas que llegaron al aguan son jóvenes, de estirpe latinoamericano y afroamericana, con mucho futuro en su carrera política en un país con niveles de gobierno tan diversos y complejos por el carácter de la estructura imperial que se impone sobre el andamiaje administrativo Estatal. Es comprensible como ellos lo reconocen, no todo el gobierno de los Estados Unidos hace daño a Latinoamérica y no todo el pueblo Estadounidense es inocente de lo que ocurre en las tierras de Morazán, Berta, Sandino y Farabundo entre muchas otras. Se trata del núcleo estructural económico ultraconservador y racista que cree que el mundo entero es suyo, ese núcleo integrado por los Rothschild, los Bush, los Rockefeller, los Du Pont, los Morgan, los Kissinger, los Nixon, entre otras.
La delegación escuchó y descubrió en las voces de mucha gente en el valle del aguan y la costa garífuna que estaban en el centro de operaciones de grandes carteles de la droga que el gobierno de los Estados Unidos a través de la DEA sabe perfectamente bien de su existencia, tamaño, carácter y habilidad para introducir la droga en su territorio. Descubrieron que la cooperación económica, técnica, militar, investigación y diplomática que los Estados Unidos hacen a este país sirve para afianzar sus intereses sobre los recursos naturales, suelos y posición estratégica en el tablero geoestratégico continental. Descubren que los impactos de la política exterior del gobierno estadunidense en suelo Hondureño son terribles, aumentan la riqueza para la elite que le sirve a través de los partidos tradicionales y entierra en la pobreza y la miseria al 68% de la población según los datos dudosos de la CEPAL.
El contacto de la delegación con una realidad dramática que se sustenta de la violencia física, judicial, económica, política y social produce un choque entre el discurso demócrata y próspero del norte con la realidad dictatorial y miserable de Centroamérica, particularmente en Honduras a partir del golpe de Estado en 2009. La cintura de América se convierte en un polvorín donde abunda la corrupción, la impunidad y la burla de un régimen sobre la sociedad recibiendo de la casa blanca y el comando sur, la bendición para la perpetuidad.
Hizo eco la realidad impuesta por el régimen bipartidista que en nombre de la democracia a partir de 1982 impone un orden dictatorial que ahora dirige Juan Orlando Hernández con mayor ferocidad. El despojo que el gobierno de Callejas hiciera al campesinado quitando la tierra mediante una ley neoliberal impulsada por el BM y el FMI ha significado la explosión de una bomba en el valle más fértil de Honduras que aún sigue explotando, expulsando gente en caravanas hacia los Estados Unidos. Grandes empresarios y consorcios empresariales nacionales y transnacionales como la Standard Fruit vinculada al banano, otras vinculadas a la palma y la agroexportacion, ahora otras vinculadas a la explotación del bosque, las costas, los cerros con sus minerales y los territorios ancestrales y sobre los grupos vinculados al negocio de la droga han usurpado las instituciones del Estado para fines contrarios a los principios constitucionales.
Es imposible separar en Honduras el fenómeno del narcotráfico, la explotación mineral, la explotación del suelo de vocación agrícola, el acaparamiento de la costa marítima, etc. de la administración gubernamental. Prueba de ello es que los nombres de muchos que están en Estados Unidos condenados, investigados o mencionados por tráfico de drogas son miembros del Partido Nacional, el Partido Liberal o financiadores de campañas electorales de miembros de dichos partidos que con fraudes adquieren cargos en el Congreso Nacional, Secretarias de Estado y Municipalidades.
Todo el andamiaje de la corrupción, el tráfico de influencias y la persecución judicial contra comunidades, organizaciones y dirigentes patriotas se sustenta en el miedo, la intimidación y la cacería que imponen las fuerzas policiales y militares (notoria la protección que la policía y el ejército hacen en el portón de entrada al área donde se ubica Inversiones los Pinares) observados por la delegación que siente pena al saber que allí se invierten fondos que vienen del presupuesto producto del impuesto del pueblo estadounidense junto al impuesto de la mayoría que vivimos en la miseria en este país. Las y los trabajadores blancos y latinos en los Estados Unidos financian la seguridad de las empresas extractivas en el Aguan.
El asombro es mayor al saber que el Ministerio Publico que también desde el norte apoyan, acelera la persecución contra el pueblo, acusando de delitos múltiples cuando este defiende sus bienes comunes y públicos sin conocer el mínimo requerimiento fiscal para militares que han dejado personas sin ojos, sin pies y con graves daños psicoemocionales en las comunidades en resistencia. No se conoce requerimiento para diputados, ministros, Alcaldes y empresarios que se confabulan para hacer trampa en el congreso, las secretarias, institutos y Municipalidades manipulando leyes y poniéndolas al servicio de los grandes capitales extractivos.
El MP con su Unidad de Investigación de Muertes Violentas en el Aguan, asesorada por la embajada de los Estados Unidos después de cinco años de permanencia en el aguan no explica técnicamente como fueron asesinadas alrededor de 138 personas envueltas en el conflicto agrario en esta región. No nos alegra saber que la justicia estadounidense está emplazando a los corruptos y narcos que tienen al país en una vergüenza mundial, porque lo correcto es contar con un Ministerio Publico y tribunales fuertes técnica y éticamente comprometido con los intereses nacionales, capaces de deducir las responsabilidades a quienes dañan al país.
Juntos reconocemos que los inmigrantes que están en territorio estadounidense sostienen la endémica economía nacional, ingresando vía remesas un porcentaje mayor que el que ingresa por las exportaciones del sector industrial. El régimen no abre la boca en defensa de los inmigrantes frente a las bravuconadas de Trump en su plan de expulsión. Reconocemos que ser expulsado de esta tierra es un crimen de los grupos económicos y gubernamental, pero también se unen fuerzas, sueños, culturas y esperanzas para una Alianza Americana de los empobrecidos construyendo la patria grande.
Sorprende además, el alto grado de religiosidad y fe de este pueblo que lucha frente al imperio extractivista expresado en los rubros de la economía de enclave; banano, palma, ZEDES, Turismo, Hidroenergia y Minería, en la lucha de la mujer y la juventud el Dios de Jesús se encarna y hace frente decididamente a la invasión capitalista en defensa de la dignidad humana y la soberanía popular. También se reconoce que desde la fe, cada quién en su espacio tiene una responsabilidad concreta, defender e impulsar la soberanía política, económica y cultural. La opulencia del norte anglosajón, se sienta sobre la miseria del mundo hambriento del sur, las lágrimas de impotencia son la mejor explicación.
Al pueblo rebelde de los Estados Unidos, a los congresistas que miran más allá de los muros del imperio, a las organizaciones solidarias con la comunidad latina, a quienes aún en medio de la brutalidad sistémica entregan mucha humanidad y ternura a nuestros familiares en la tierra de los piel roja despojados por los piel blanca.
Con afecto y agradecimiento ¡que viva la solidaridad internacional!.