A cuarenta y ocho días de la desaparición forzada de Milton Joel Martínez Álvarez, Suami Aparicio Mejía, Alber Santana Thomas y Snider Centeno, la comunidad Garífuna reclama respuestas certeras por parte del Estado de Honduras y exige que las mismas estén apegadas a la verdad.
Representantes de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU-CU), Mujeres Universitarias (Muni), Alternativa de Reivindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras (ARCAH), Madre Tierra-Amigos de la Tierra Honduras, Movimiento Estudiantil de la Musa Olvidada (MEMO) y Estudio Insurgencia, se dieron cita en el parque central de Tegucigalpa para realizar una campaña de concienciación entre la ciudadanía sobre la persecución que viven las comunidades indígenas y negras en Honduras.
La abogada, defensora de derechos humanos y enlace de Ofraneh, Naama López, afirmó a Criterio.hn que a la fecha los indicios que esgrimen las autoridades hondureñas están enfocados a una campaña no legitimada sobre lo que ocurrió con los cuatro garífunas que fueron sacados de sus hogares en la comunidad de El Triunfo de la Cruz.
López lamenta que las acciones y respuestas del Estado ante la problemática de despojo y desplazamiento forzado que afectan a las comunidades indígenas y negras, están enfocadas en amedrentar y desarticular las acciones que visibilizan esta problemática; incumpliendo no solo los derechos inherentes al ser humano sino también apegados a la defensa, al cuido, a la protección de los bienes naturales comunes. Ante este panorama, dijo “reconocemos la valentía que han tenido los pueblos originarios en toda la América Latina para defender la tierra, para defender los recursos, a pesar de ese despojo extractivista que existe, de esa mentalidad occidentalizada y arcaica que han ejercido todos los políticos de turno”.
La defensora de derechos humanos hizo un llamado a la ciudadanía en general a prestar atención y tomar acción puesto que lo que pasó con los cuatro garífunas, es algo que ha estado ocurriendo desde antes, tanto en las comunidades garífunas e indígenas que defienden sus territorios contra las ambiciones extractivistas. “Queremos que la gente sepa que nuestros compañeros no han aparecido y que esto va a seguir ocurriendo. Lo hicieron una vez, asesinaron una vez y van a seguir asesinando. Asesinaron a la compañera de Masca y después asesinaron al compañero de Punta Piedra, van asesinar más.”
“Están matando al pueblo hondureño, la gente está migrando, no es normal lo que está sucediendo, hay una depresión social, no solo por el tema del Covid-19. Hay una depresión social porque sentís que vivís en un país donde tu vida no vale nada. Creo que debemos de seguir el mensaje que un día Berta Cáceres nos dejó y es: “¡Despertemos, Humanidad!”, declaró la abogada.
López hizo un llamado a la reflexión y a establecer un techo, “un límite contra la corrupción y la impunidad institucionalizada”, que ha permitido la persecución y criminalización de los defensores de la tierra. Actualmente, guardan prisión preventiva siete ambientalistas que se oponen a un proyecto minero, que se construye al margen de la ley en la comunidad de Guapinol, ubicada en el municipio de Tocoa, Colón.
Original: Criterio HN